El Corredor Bioceánico: Oportunidades y Desafíos para la Logística y el Transporte en Antofagasta

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El Corredor Bioceánico, que conecta Antofagasta con Jujuy y Salta en Argentina, el Chaco paraguayo y Mato Grosso do Sul en Brasil, ha generado grandes expectativas sobre su impacto económico en nuestra región. Al centrarse en el transporte vial, se anticipa que los proveedores de servicios de logística y transporte se beneficiarán directamente.

Sin embargo, los transportistas de Antofagasta enfrentan importantes barreras para integrarse a este corredor. La mayoría de las empresas de transporte son pequeñas, operando con un solo camión. Para realizar transporte internacional, se requiere un permiso bilateral de carga, un proceso que implica trámites complejos en Santiago y en el país de destino, además de necesitar al menos cuatro camiones por solicitante. También es obligatorio contar con un representante comercial en el país de destino y adquirir un costoso seguro en dólares.

Investigaciones realizadas por académicos de la Universidad Católica del Norte revelan que las pocas empresas locales que han obtenido el permiso bilateral enfrentan dificultades para captar clientes en el exterior. Esto resulta en la falta de cargas de retorno, lo que obliga a los clientes en Antofagasta a pagar el doble para compensar el viaje de vuelta vacío. Muchos transportistas optan por ofrecer sus servicios a la minería en la región, donde las ganancias son significativamente más altas que en el transporte transfronterizo.

La internacionalización también implica diversificarse hacia otros tipos de carga, especialmente productos agrícolas. Sin embargo, pocos transportistas en Antofagasta cuentan con la experiencia y los equipos necesarios para el transporte de productos perecederos.

La organización del transporte de carga a través de empresas de logística parece ser más efectiva, especialmente para la minería de litio en el lado argentino de la frontera. Sin embargo, los transportistas subcontratados suelen ser argentinos, quienes tienen acceso a combustible subsidiado. En este contexto, un empresario local expresó:

«[El corredor] nos parece muy interesante, pero no vemos cómo nosotros, los pequeños empresarios de Antofagasta, […] podemos participar».

Es fundamental reflexionar sobre las estrategias que se deben implementar para fomentar la participación de las empresas antofagastinas en el Corredor Bioceánico y, así, impulsar el desarrollo regional.

Sören Scholvin y Ledys Franco
Académicos del Departamento de Economía, UCN

Fuente: Columna adaptado para SCMThink

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